Los partidos políticos en América Latina.
Manuel Alcántara .-
El avance de la democracia en América Latina en los últimos tiempos ha supuesto un triple proceso: la necesidad de articular reglas de juego asumidas por la mayoría y que, a la vez, compusieran espacios organizativos mínimos en donde se llevara a cabo la competición política; la incorporación de la movilización social a través de formas de participación y de representación, y, finalmente, la creación de canales de selección del personal político que dirigiera y gestionara la política cotidiana. Estas tres facetas se refieren a temas recurrentes de la literatura en las ciencias sociales y aluden, en una terminología más técnica, a la institucionalización del régimen político, la intermediación entre las demandas sociales y el poder y a la profesionalización de la política..
Retazos de identidad.
Alejandro Alvarez ,- Bienvenido seas a América Latina, el (la, los, las) “lugar”1 del mutismo. América –sueño de famoso navegante tocayo por coincidencia. Latina –virtuoso paraje del espíritu inviolado, sede de varios países imaginarios, desde el paraíso terrenal, hasta la extensión de los jardines de Gengis Khan. Heredera por pleitos ajenos a ella de los romanos más que de los griegos, alejada por completo de los sajones y su materialismo..
El lenguaje de lo políticamente correcto "Eres un cabrón"
Alejandro Alvarez.- El problema contemporáneo del lenguaje.
Un esbozo sesgado No cabe duda, el lenguaje ha crecido, su potencia aumenta y con ella, las posibilidades que se abren a las mentes de todo género para jugar el juego de pensarse originales. Como muchas de las grandes novedades de la modernidad, el lenguaje parece haber adquirido vida propia, es una marioneta cuyas articulaciones ya no obedecen a sus titiriteros, con nervio, en especial nosotros, quienes nos preciamos de conocerla y manejarla, vemos desde arriba del escenario que la marioneta nos voltea a ver con una sonrisa siniestra, y lo que se anunciaba proféticamente hace poco más de un siglo, comienza a suceder: somos tenidos por el lenguaje. Nosotros no lo tenemos...
Teorías de la justicia ¿utilidad, igualdad o mérito?
Alejandra Armesto ,-La igualdad como justificación de una distribución justa encuentra un terreno fértil de reflexión en el pensamiento liberal igualitarista. Éste es igualitario hacia los recursos naturales o externos tanto como respecto a las capacidades de cada uno, en oposición al libertarismo, y a través de la crítica al principio de la autopropiedad base de la explicación de la injusticia por la categoría de la explotación pretende superar el alcance igualitario del marxismo.
Cuando las ideas devoran a los hombres
Dante Avaro.- Todo autor, toda obra, que se preste de ser contemporánea, obligadamente, parece, debe incorporar el término globalización o neologismos similares. La globalización aparece reiteradamente en la prensa oral y escrita, en los modernos medios de comunicación audioviduales. La mayoría de las veces, para no decir siempre, aparece como causa al mismo tiempo que efecto de diversos y antagónicos procesos. Parece, la globalización, un concepto elástico, poroso, flexible que escapa a la linealidad del discurso, y a la lógica científica del explanan/explanandum. Quizá, como sostiene Zygmunt Bauman en La globalización. Consecuencias humanas (1999), por querer dar 'transparencia' se torna, la globalización, en un fetiche que todo lo puede. Paradójico, después de la muerte de las grandes totalidades, surge una (la globalización) que pretende explicar todas las causas de la felicidad e infelicidad humanas.
Sangre y tinta de klitsch tropical
Roger Bartra ,-Si la cultura mexicana está afectada por una melancólica dolencia finisecular, podemos sospechar que esta curiosa enfermedad posrevolucionaria es una condición morbosa de una sociedad que añora la pérdida de su condición salvaje y primigenia, inmersa en la gris frialdad de las tareas cotidianas de construcción de una economía moderna que no acaba de consolidarse. Quiero preguntarme: ¿la melancolía mexicana es una enfermedad del corazón, o una perturbación del cerebro? ¿Es un malestar cultural, o un padecimiento político?; ¿hay un delirio moral, o se trata de una conmoción ideológica?
El espiritu del terrorismo
Jean Baudrillard Todo el juego de la historia y del poder ha sido afectado, así como los supuestos de su análisis. Pero hay que darse tiempo. Durante la parálisis de acontecimientos era necesario anticipárseles, ser más rápidos que ellos. En el momento en que se aceleran a esta escala, es necesario ir más lento, sin dejarse sepultar bajo el fárrago de los discursos y el humo de la guerra; y, sobre todo, preservar intacto el fulgor inolvidable de las imágenes. Todos los discursos y los comentarios traicionan la gigantesca reacción frente al acontecimiento y frente a la fascinación que ejerce. La condena moral, la unión sagrada contra el terrorismo transcurren junto al júbilo prodigioso de ver la destrucción de la superpotencia mundial. Y mejor verla destruirse a sí misma, suicidarse bellamente. Es ella con su insoportable poder quien, infiltrándose en el mundo, ha sembrado la violencia y (sin saberlo) la imaginación terrorista que habita en todos nosotros.
Sexo en público
Lauren Berland .-Un trabajo titulado "Sexo en público" juega con la oscuridad de su tema y con el torcido propósito de lo que tiene que narrar. No vamos a hablar del sexo acerca del cual la gente tiene claridad, ni tampoco de identidades o de actos, ni de una necesidad incontenible que requiere dejar de ser reprimida; sino más bien acerca del sexo mediado por los distintos públicos a los que va dirigido. Algunos de estos públicos tienen una obvia relación con el sexo: el cine pornográfico, el sexo telefónico, los mercados de medios impresos para "adultos", el table dance.
La historia vista por los perseguidores
Norberto Bobbio .-¿Por otra parte, cuál es el argumento del libro: la "cultura" en Turín, como se lee en el título, o la condescendencia de los hombres de la cultura con el fascismo? ¿Acaso no son dos problemas completamente diferentes? Además, en este centenar de páginas raramente se deja entrever cuáles fueron las condiciones de vida en un Estado policiaco, sobre todo para los intelectuales y periodistas que no podían desarrollar su trabajo sin tener la credencial del partido fascista. De esta manera, se termina por invertir la relación entre la víctima y el perseguidor. Fabio Levi escribió en este mismo periódico [La Stampa] acerca del pobre judío fascista que terminó en un campo de concentración: "Si, por ejemplo, muchos judíos fueron inducidos al bautismo por la persecución racial, ¿a quién se debe atribuir la responsabilidad de aquel acto: al convertido o a su perseguidor?"
Entrevista
con Norberto Bobbio, Sobre el fascismo
Norberto Bobbio .- Pasar como fascista entre los fascistas y como antifascista entre los antifascistas. O bien, y lo digo para suponer una interpretación más benévola, era un desdoblamiento apenas consciente entre el mundo cotidiano de mi familia fascista y el mundo cultural antifascista. Un desdoblamiento entre mi ser político y mi ser cultural. Vivía mi pasión por la filosofía del derecho, seguía a mi maestro Gioele Solari, intachable antifascista. Me reunía con Piero Martinetti cuando ocupaba el puesto de secretario de redacción en la Revista de Filosofía. Frecuentaba las tertulias antifascistas y participaba en la Fundación Einaudi en 1933. En fin, no hacía caso de aquel fascismo progresivo que satisfacía las ambiciones de orden reclamadas por la vieja derecha liberal."
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