El tema de la historia de las emociones no es nuevo. Los primeros trabajos pioneros datan de las décadas de 1922 y 1930. En El otoño de la Edad Media, Johan Huizinga examinó la forma en que los paradigmas del ethos renacentista transformaron y disolvieron el estatuto de las sociedades de caballería hacia los siglos XIV y XV. En El proceso civilizatorio Norbert Elias se haría la pregunta de cómo ciertos regímenes de “control de emociones” están ligados a la represividad de la sociedad occidental. Y Lucien Febvre desarrollaría el concepto de “sensibilidad” para encontrar un espacio que coadyuvara a interpretar las modulaciones, abismos y diversidades que clausuraban la esfera de las mentalidades. A lo largo de décadas, la historia de lo social y lo político en cuanto figuraciones que se sostenían a sí mismas, hizo a un lado la preocupación por la exploración de los ámbitos de la subjetividad social. Los ensayos aquí reunidos expresan algunas de las tendencias actuales que han adoptado de manera renovada el interés por la historia de las emociones.