Mucho se ha dicho sobre estar en el presente.
Es donde hay que estar, según los gurús,
como el nuevo bar de moda del centro,
pero nadie, parece, puede decirte cómo llegar.
No parece deseable o siquiera posible
despertar cada mañana y comenzar
a saltar de un segundo a otro
hasta caer de nuevo en tu cama, exhausto.
Además, no habría pasado,
tantas escenas que saborear y de las que arrepentirse,
y no habría futuro, el lugar donde vas a morir
pero sólo después de volar con un cohete-mochila.
El problema con el presente es
que siempre está desapareciendo.
Piensa en el segundo que toma acabar
esta frase con un punto —ya acabó.
¿Y el momento que existe
entre golpearte el pulgar
con un martillo y darte cuenta
que te duele muchísimo?
¿Y el que ocurre
después de que escuchas el final del chiste
pero antes de que lo entiendas?
¿Los sabios quieren que vivamos
en ese instante intermedio, en el diminuto espacio
que ocurre después de que has pasado horas
buscando ese nuevo bar en el centro
y justo antes de que te rindas y vuelvas a casa?
Versión al español:
Dante A. Saucedo
© Billy Collins, «The Present», en id., The Rain in Portugal. Poems, Nueva York, Random House, 2016, pp. 36-37.