Número 75

Poesía

Sergio Mondragón

ROSICLER

El rosicler de la mañana
es el alcanfor
de la sabiduría.
Enciende las aspiraciones
y hace retroceder
la congoja y la sombra
de las incertidumbres.



Naturaleza

Naturaleza
es la lengua
de lo Alto.
Poesía
es la oreja
y el ojo
que comprenden;
que inspiran;
al que escribe.



Abrazos

La poesía nos rodea
en ella estamos inmersos;
nos abraza
nos entrega múltiples imágenes
la pureza de su mundo.
La poesía es el emblema del trasmundo.
Recibe nuestra sorpresa ante ese mundo
al que de pronto hemos accedido.
Nosotros habitantes de esta creación
de este múltiple poema
puro como el canto del cenzontle
nosotros habitantes de estas tierras
de paso a aquellas otras
situadas más allá.



Tiempo

Pesan sobre los hombros
los abrigos del desencanto
las bestias del sentimiento herido
atoran las puertas y las ventanas
que abren las peticiones de gracia
de éste que alienta en el destierro;
en el jardín de esta mansión terrestre;
que habita por un tiempo determinado



Cambio de siglo

Los artistas se echaron a dormir
devastados y exhaustos
por tanto ruido y decepción
razón por la cual se declararon en huelga
de opiniones y asistencia a los cocteles.
Habían ganado premios
y cantado en todas direcciones
llenando la segunda mitad del siglo XX
con sus pinturas y sus escritos
de magnífica factura
con páginas y lecciones derivadas
de otros tiempos; que al público mucho le gustaron
y que dan a puertas que se abren indistintamente
hacia adentro y hacia afuera
hacia el temible campo abierto del desconocido
material del arte que está por descubrirse.



Árboles

Los árboles, donde los pájaros encuentran
alimento, morada, refugio.
Donde hacen sus nidos, se aparean, nacen, mueren,
trinan, juegan, viven, van y vienen.
¡Qué imagen de la felicidad
los pájaros entre las hojas
moviéndose rápidos y alegres
entre las frondas!



Irregularidad

Allí está la constelación
con su forma irregular
en el centro del cielo
para recordarme
la asimetría de la creación
la irregularidad de los versos
y de mis percepciones;
de mi existencia
asimétrica y espléndida
como las constelaciones.
Y las constelaciones
seguirán allí
después que nos hayamos ido
y los frutos como consecuencia
de nuestras acciones
estarán también «aquí, allá,
en esos lugares»
después que nos hayamos ido.



Ocurrencias

Se le ocurrió al Patrón
llenar los cielos y la tierra
de criaturas
y seres luminosos. Todos
a gran velocidad
hacia la muerte:
puerta que da al misterio
de la vida.



Sobre el autor
Sergio Mondragón (1935-) es un poeta y ensayista mexicano nacido en Morelos. Realizó estudios en Periodismo en la Escuela Carlos Septién García. Ha sido profesor de literatura en la Universidad Iberoamericana, la Universidad de Illinois, la Universidad de Indiana y la Universidad de Ohio. Ha sido cofundador y codirector de la revista de poesía El Corno Emplumado, corresponsal en Japón del periódico Excélsior, fundador de Bandera, editor de Memoranda y Revista Latinoamericana de Estudios Budistas. Algunos de sus libros son El aprendiz de brujo (1960), Yo soy el otro (1965), Pasión por el oxígeno y la luna (1982), El ocre de los lodos (1991) y Hojarasca (2005).