SHAMSHAD KHAN
Duro Corte
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SHAMSHAD KHAN Duro Corte
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Oí batir un pesado latido sentí caer la hoja caer la nieve más fina observé las nubes pasar
me pregunté
qué es el pasar
observé las nubes pasar aa me pregunté qué es el pasar observé inspirarmmm mm me pregunté qué es respirar observé espirar me pregunté qué es respirar esas flores hay que tirarlas están muertas. de algún modo sofía descuida las pálidas venas de papel de la berenjena un ramo seco que había planeado guardar por lo menos durante unas semanas el limo en el florero vivo como plantas de estanque sobre el nivel del agua empolvados tallos blancos alfileres de sal secretados a través de la piel
las enfermeras fueron discretas cuando mi padre dejó de respirar nos dieron tiempo para contemplar, completar los rezos
en casa de otra gente es difícil guardar flores ese día de más
sin hacer arcadas las saco lamen negras lenguas de légamo mis dedos tuerzo los tallos los codos se rompen donde se juntan lo húmedo y lo seco mantengo abierta la tapa del basurero meto las cabezas primero un brote verde impide que la tapa se cierre alas de polilla púrpura caen suavemente hacia el linóleo
aferrarse se vuelve un habito para todos nosotros retirar el gatillo darle cuerda al reloj todavía no todavía no dar marcha atrás al tiempo todavía no aferrarse aferrarse a la respiración observada como una tetera con la hornilla del gas en lo más bajo bajo bajo bajo todavía no todavía no
mi hermano observaba y observaba fue a buscar a la enfermera cuando el hervor se detuvo
la enfermera fue a buscar al doctor cinco minutos después el doctor registró el momento de la muerte
2 semanas de espera y espera junto a la cama y varios de nosotros habíamos perdido la noción del tiempo
llegué al hospital sabiendo que algo había pasado me hacen pasar su hija menor mi padre se ve un poco diferente un poco más tranquilo un poco más calmado que cuando roncaba me quedo junto a la cama recito las oraciones que le gustan
la científica en mí saca su pluma y comienza a revisar trabaja hacia atrás desde el momento registrado
para marcar con precisión el punto exacto el cuerpo médico ha sido un poco descuidado
ella sopesa gota a gota el calor que abandona la coronilla del cráneo controlada con pruebas que aseguran su exactitud gota a gota pasando del día a la noche amaneciendo lentamente mi padre no está muerto no murió no estoy negándome las palabras “está muerto” no son verdad lo probaré. ella extrapola la línea continua para encontrar
el último respiro tramo tras tramo tiene dificultades para encontrar cuándo acabó el último trillón de moléculas espiradas continúan allí afuera refulgiendo posibilidades.
mi científica divide los segundos para encontrar dónde fue que su padre se escapó inadvertido y alguien introdujo el reemplazo no hay una diferencia significativa concluye entre el antes y el después.
lo que queda de mí ruega porque su alma se haya ido tan suavemente como un cabello extraído de la mantequilla
aferrada a quien creo que soy flores frescas a los pies de mi padre si él no es lo que creí que era entonces yo no puedo ser lo que creo que soy sufro un cambio a pesar de aferrarme
Oí batir un pesado latido sentí caer la hoja caer la nieve más fina observé las nubes pasar me pregunté qué es el pasar
observé las nubes pasar mmmm me pregunté qué es el pasar observé inspirar mmmmmmm me pregunté qué es respirar observé espirar mmmm mmmme pregunté qué es respirar
en la cocina mis hermanas rallan montañas de zanahorias dedos de amanecer láminas de naranja en leche azucarada mi madre prueba muestras con su diente de sal dice que aún no está pone el fuego totalmente bajo para cuando le llega a papá la alquimia se ha hecho
debería cambiarme. traigo la misma ropa desde hace días
la ropa en el armario me está esperando. mientras tanto trae del revés la camiseta azul camuflaje la etiqueta mostrando las instrucciones de lavado vestirse he intentado mirar la transformación en el espejo me pierdo en el momento de sacarme la camiseta por la cabeza lo que sigue
las costuras van por dentro.
una célula única se derrumba un pelo negro dispuesto a volverse gris células muertas amontonándoseme en el cuero cabelludo espolvoreo espolvoreo de muerte blanca en los hombros me la sacudo
no es de extrañar que no reconozca mi reflejo en los paneles de cristal de las paradas de autobús. siempre en transición
casas abandonadas hacen que vaya más despacio
amordazada fealdad en ventanas tapiadas
dando la vuelta busco la belleza
colchón vencido rajada bolsa blanca de basura narcisos caídos el jardín se está volviendo un basurero
una irresistible puerta trasera entro borracha de oscuridad
la casa dócil como alguien dormido poeta y okupa me pongo a pintarla revocando con mis sueños el desvaído papel tapiz.
el aire retiene hologramas enmarcados discusiones de pesadilla sin ninguna respuesta
imagen retinal impresa seguimos viendo estrellas doloridas ya que se han ido bordeando el saber
no mires justo ahora me estoy cambiando no no sigue mira mira de verdad con cuidado. ya lo he hecho antes mi padre ya lo ha hecho antes el año pasado por estas fechas no pensaron que pudiera
fue entonces la misma cosa mmmm esperar que sucediera sin querer que pasara a veces no nos quitábamos el abrigo o no soltábamos el bolso nos metimos tanto en eso que olvidamos lo que estábamos esperando vimos que pasaba una y otra vez observamos inspirar observamos espirar.
regreso a la habitación calefacción de hospital y un silencio de alta dependencia me seca la garganta mi papá y la mitad de la familia están dentro tratando de poner estrellas del tamaño de un pinchazo de alfiler en esferas de 3 milímetros. la presión del aire en la habitación no deja respirar minúsculos pies manos del tamaño de los ojos manchadas ventanas profetas vestidos de morado corderos muertos mmm colgando de sus vientres una casa de barco mmm peste a vaca camellos orina de elefante preciosa como un néctar. el sudor me agarra a la silla.
un camello viene hacia mí y comienza a decirme cómo ha arruinado su vida ya no puede salir sin que lo reconozcan se pone histérico trato de calmarlo abro una ventana una fuerte lluvia de paja se cuela por un ángulo cierro la ventana y aseguro el pestillo sin mojarme. lo que me preocupa es poder respirar.
el camello está mirando la paja de manera sospechosa su luz naranja llena la habitación una diosa azul con una taza de hueso bebe café me pregunta si quiero azúcar le digo que soy diabética ya lo está removiendo me pasa un tazón de turrón sin zanahoria sale y regresa como la reina victoria vestida con una camisola shalvaar
alguien abre la ventana el camello se ha tranquilizado mis ojos dejan pasar más luz de lo normal estoy respirando mejor repitiendo rezos que he escuchado
la primera vez que lo hice mmm me dejé ir. Así que lo volví a hacer. hice la misma cosa más y mejor después de eso me descubrí gritándome a mí misma nunca vas a aprender y la siguiente vez estaba contestándome a gritos si sólo me dejaras tranquila y la siguiente vez y la siguiente vez y la siguiente vez y la siguiente vez pensé: ¿es que algunas cosas no cambian o sí lo hacen?
cada mínimo error avanzando hacia el mayor golpe de aprendizaje cada pausa un aferrarse a punto de soltarse
el camello veía la paja con desconfianza, la gota que derramaría el vaso. Se parecía mucho a toda la paja que había llevado a cuestas sin embargo había algo en el grano que lo hacía desconfiar de su brillo.
de acuerdo con un estudio reciente sobre los diez animales más explotados 9 de cada 10 son incapaces de distinguir el momento en que un peso se vuelve peligrosamente pesado. Los hallazgos del informe tienen serias implicaciones para el bienestar animal en el área de la seguridad en el trabajo.
un camello que participó en la investigación pero que no quiso dar su nombre dijo:
“estaba bajo presión. tenía compromisos que cumplir. no recuerdo bien lo que pasó. Y lo peor de todo es que, si vuelvo a ver esa paja de nuevo, no estoy seguro de reconocerla”
perdón estoy tratando de cambiarme
la transición suena como a desvestir deshacer desempacar huele como a desenterrar despejar se siente como desencorvar desdoblar desconocer desenredar desenrollar descomponer desatar desenvolver.
un instante se impulsa a ser en el trapecio que va del antes al después
la sangre sube a la cabeza el ímpetu es el momento en el dividido segundo que toma dividir el segundo
ya ha pasado está a punto de pasar y está pasando todo al mismo tiempo pasmoso
entreno la mirada en el mecerse de ida y vuelta el lanzar y el vacío recibir
acumulando ímpetu hasta que sobre las lentejuelas redondas y la piel
me descubro por la mañana medio despierta tambaleándome sin saber cómo caminar
antes del desayuno cuando me hablaban sin saber cómo hablar
antes de reconstruirme antes de decidir por costumbre quien y cómo voy a ser la ropa todavía en el armario.
ha habido otra muerte
le doy mis herramientas al embalsamador en el carrito de metal sábanas blancas cristales de alcanfor crema agua, algodón pequeños rezos para llenar los oídos y otros orificios
chasquido de zapatos en un vestíbulo con calefacción tantas cosas que hacer y tanta gente haciéndolo incluso éste que lidia con muertos
desde que murió mi padre
veo que todos están muriendo yendo en la misma dirección como aquellos que dicen estar viviendo
rutas de salida y cruceros anotados tiempo aproximado de llegada unos pocos se van antes para huir del tráfico
oí batir un pesado latido sentí caer la hoja caer la nieve más fina observé las nubes pasar me pregunté qué es el pasar
observé las nubes pasar mmmmm me pregunté qué es el pasar observé inspirar mmm mmmmmme pregunté qué es respirar observé espirar mmmmmmm mme pregunté qué es respirar
observé otras cosas moverse o pasar esta primavera veré los retoños antes de que aparezcan conozco cuándo antes de que llegue oigo el suave sonido del latido siento caer la hoja caer la más fina nieve observo las nubes pasar ssssé lo que es el pasar
cada inspiración expresando la pregunta cada espiración la respuesta
observo inspirar ssssssss sé lo que es respirar observo espirar sssssssss sé lo que es respirar esta primavera veré los retoños conozco cuándo antes de que llegue esta primavera …………………………… termina
Shamshad Khan, “Duro corte”, Fractal nº 36, enero-marzo, 2005, año XIX, volumen X, pp. 25-38.
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