ALFONSO D' AQUINO

Acantos / Enigma

 

I(b)

 

Cal viva la tarde

pppppppppppppor sí sola arde

Bellísima estatua

qqqqqqqqqqqqque no toca el agua

Se movió un instante

pppppppppppplevantó su velo

Blanquísima estatua

qqqqqqqqqqqqque flota en el viento

Fue abriendo su manto

ddddddddddddddescubrió su cara

Deslavada estatua

qqqqqqqqqqqqqqque en el aire vaga...

¡La vi por adentro...!

qqqqqqqqqqqqqq¡Quedé sin aliento...!

 

(a)

 

Como un loco que desgaja

aaaaaaaaaaa gritos una naranja

y su paso se ilumina

con las cáscaras que tira

 

Como un loco por las calles

con el viento que se azota

sube y baja por el árbol

y su noche se deshoja

 

Focos rojos estertores

de las piedras a deshoras

con el viento que va a solas

con el loco que va a tientas

 

Luz que hiere e ilumina

por adentro al que la huele

al que la mira

por afuera al que camina

 

Tenue luz de la mañana

en el aire de la tarde detenida

fina luz de la naranja

con su filo noche y día

 

Ocre rojo para el orbe…

y otra cáscara caía

desde el pavimento negro

al dorado charco enorme

 

Hasta los pies de una estatua

abandonada en el suelo

abierto su oscuro hielo

herida su blanca máscara

 

Amarillo rastro vivo

bendición del alto grito

abre el camino del loco

en medio de su extravío

 

II (b)

 

 

Se llenó de agua

si nadie la vio

la copa de piedra

que no toca el sol

 

Agua de la piedra

o del corazón

negra agua de adentro

que no toca el sol

 

La estatua en silencio

germinó su flor

y destila un agua

que no tocó el sol

 

 

(a)

 

Iluminado por dentro

veo tu esqueleto de hierro

 

Oigo tu lengua inefable

como un zumbido en el aire

 

Una aguja de cristal

que atravesara un panal

 

Un filamento de vidrio

que nadie podría haber visto

 

Baja del cielo ese hilo

y te corta con su filo

 

Hilo de luz que atraviesa

tu piedra por la cabeza

 

Tu cabello se ilumina

en la nuca que rutila

 

Hilo de luz amarilla

que en la roca se matiza

 

Y tu mirada se enciende

y parte el filo tu frente

 

Hilo rojo que en silencio

baja desde el firmamento

 

Hilo que del cielo pende

y si lo sigo se pierde

 

Hilo que cruza la piedra

y sale por tu entrepierna

 

Hilo que solo aparece

filoso fino florece

 

III (b)

 

Y la lluvia que no cesa

y tu cara sigue seca…

 

Se quedó ciega la estatua

si su cara sigue intacta

 

Y la lluvia que no cesa…

 

Ceñida venda de lluvia

que su mirada no enturbia

 

Y la lluvia que no cesa…

 

Intocada piedra blanca

tan hondos huecos me espantan

 

Y la lluvia que no cesa…

 

Si sólo sus cuencas brillan…

¡Cuán oscura maravilla...!

 

Y la lluvia que no cesa

y tu cara sigue seca…

 

(a)

 

Junto a la fuente del parque

hay una mancha de sangre

nadie supo nadie sabe

pero ha cambiado la tarde

 

Junto a la diosa que vierte

aire de un cántaro hueco

se abrió un agujero de carne

en ese suelo reseco

 

Una cabeza vendada

un hombre en una camilla

aquí no ha pasado nada

flota en el aire un enigma

 

La gente sin darse cuenta

a punto está de pisarlo

el charco de sangre fresca

que apareció sin pensarlo

 

Y otros que al darse la vuelta

pisan el cárdeno agujero

desvían el paso a destiempo

y arrastran con el reguero

 

Bajo la diosa impasible

la fuente refleja el cielo

de un azul inmarcesible

junto a la herida del suelo

 

Alfonso D' Aquino, "Acantos/Enigma", Fractal nº 31, octubre-diciembre, 2003, año VIII, volumen VIII, pp. 39-46.